domingo, 9 de noviembre de 2025

Blog VI-Mikel Mendizabal

La palabra “crush” es una de las más utilizadas por los jóvenes de hoy en día. Con ella, buscan referirse a una atracción o enamoramiento muy intenso, que a menudo es por alguien que no conocemos o que no nos atrevemos a conocer, por miedo y vergüenza. Por supuesto, yo he tenido algún “crush” en mi vida, pero para darme cuenta de que realmente me gusta esa persona debería conocerla mucho más a fondo, y no solo por el exterior. No me malinterpretéis, el físico me parece una faceta vital para estar enamorado.

Mi persona ideal en ese sentido tendría que cumplir dos características sencillas: en primer lugar, debería ser una persona que me resulte atractiva, físicamente hablando. No me creo a la gente que dice que no le interesa la apariencia. Un mínimo te debe de importar, no vas a estar con alguien que no cuide su apariencia, o por lo menos yo no lo haría. Siguiendo con ello, una persona que tenga estilo, vista bien, sea limpia... Son factores secundarios, pero que a la hora de la verdad suman muchos puntos. 

Por último, la sonrisa y los ojos me parecen una característica clave. Una sonrisa contagiosa y atractiva, que te incite a mirarla siempre que puedas. Y unos ojos grandes, con una mirada penetrante, puestos a elegir que sean ojos claros, estilo azulados o verdosos. 

En segundo lugar, la personalidad es incluso más importante que el físico. Que tenga un buen sentido del humor, amable y risueña. Tras ello pediría que fuera cariñosa, no solo conmigo, sino que con su alrededor, que cuide su entorno y lo demuestre. Alguien que sea ambiciosa, que no se conforme con lo mínimo. Necesito que quiera cumplir sus sueños, y que haga lo necesario para conseguir cumplirlos. Por último, ya puestos a pedir, suplicaría que fuese empática, que trate de entenderme y se ponga en mi situación. Eso viene enlazado a que no me presione a hacer cosas que no quiero hacer.

Cabe recalcar que he descrito a una persona idealizada, sin ningún mal atributo, cosa que es imposible. También me gustaría hacer hincapié en que no importa que tenga el mejor físico del mundo, si su personalidad no me atrae, no podría ser mi pareja ideal, y viceversa. Si es la persona con mejor personalidad de todo el planeta, pero no me atrae nada su físico, no podría ser mi famosa “crush”. Debe haber un equilibrio entre las dos. 

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