lunes, 10 de noviembre de 2025

Blog VI

 Blog VI


Hay una persona que no me puedo sacar de la cabeza. Cada vez que la veo, me pongo nervioso sin querer. No sé muy bien por qué, pero tiene algo especial. A veces basta con una sonrisa o con escuchar su voz para que se me alegre el día. No hablamos mucho, solo nos cruzamos de vez en cuando, pero con eso ya me basta para quedarme pensando en ella el resto del día.


Me gusta su forma de ser, cómo se ríe, la manera en que parece estar tranquila aunque todo a su alrededor sea un caos. Tiene una energía que transmite calma, y eso me encanta. No es alguien perfecta, pero para mí lo parece. Cada pequeño detalle me llama la atención, incluso cosas que a otros les pasarían desapercibidas.


Muchas veces pienso en acercarme y decirle algo, pero nunca me atrevo. Me entra vergüenza, o miedo a que me mire raro, o que no sienta lo mismo. Entonces finjo que no pasa nada, aunque por dentro me muera de ganas de hablarle. A veces me sonríe cuando coincidimos, y ese momento se me queda grabado.

Mi “crush” ideal sería alguien así: natural, divertida, sincera y con buen corazón. Alguien con quien pueda ser yo mismo sin miedo a parecer tonto. No busco grandes cosas, solo a una persona con la que me sienta a gusto, con quien pueda hablar de todo y reírme hasta quedarme sin aire. Supongo que todos tenemos a alguien que nos gusta pero no decimos nada por miedo.

domingo, 9 de noviembre de 2025

Blog VI

 

No sabía muy bien cómo empezar esto, pero supongo que lo mejor es ser sincera. A veces cuesta poner en palabras lo que sentimos o imaginamos, pero sí tengo claro cómo me gustaría que fuera esa persona especial. No me fijo tanto en lo físico como en lo que transmite. Para mí, lo importante está en la forma de ser, en cómo trata a los demás, en los pequeños gestos y comportamientos que dicen mucho más que las apariencias.

Valoro a alguien emocionalmente inteligente, que sepa comunicarse, que sepa escuchar y que también sepa discutir con respeto. No quiero que siempre me dé la razón, sería aburrido, me atrae la idea de compartir pensamientos distintos, debatir, defender nuestras ideas y al final encontrar un punto en común. Lo bonito está en el entendimiento mutuo, en aprender uno del otro sin perder la calma.

Sueño con alguien con quien pueda ser plenamente yo, ser 100% yo misma. Alguien cuya personalidad se complemente con la mía desde la autenticidad. Que sea paciente, que mantenga sus ideales y luche por ellos. Me gusta que tenga metas, un propósito, algo que lo motive a seguir creciendo. Que me cuente sus días, sus pasatiempos, aquello que le apasiona. Y sobre todo, que sepa ponerse en el lugar de los demás. La empatía, aunque parezca algo simple, es una de las cualidades más humanas y valiosas, y siento que cada vez se ve menos.

Por otra parte con una personalidad amable, carismática y con sentido del humor. Que sea simpático, chistoso, que tenga esa energía ligera que te hace sentir cómoda. Y, sobre todo, que sepa comunicarse, que escuche de verdad, no solo para responder, sino para entender. Eso, para mi es muy importante.

Al final, la persona que imagino no tiene que ser perfecta, solo real. Alguien con quien compartir silencios cómodos y risas inesperadas, con quien los días sencillos se sientan especiales. Quiero a alguien que me inspire a ser mejor, pero que también me acepte tal como soy. Porque más que buscar a alguien que complete lo que me falta, sueño con encontrar a quien camine a mi lado mientras ambos seguimos creciendo.

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 Hoy en día se utiliza mucho la palabra “crush” para referirse a la persona que te gusta o que te llama la atención. Se refiere a esa persona que te hace sentir un cosquilleo en el estómago cada vez que la ves, que te quita el sueño y que ocupa tus pensamientos durante todo el día. Muchas veces no sabemos ni en qué momento nos empezamos a fijar en esa persona. Puede que fuera alguien del cole que te cruzas cada día por los pasillos, o incluso un amigo del que te estás volviendo más cercano y le estás empezando a mirar con otros ojos. 

Normalmente, no le decimos nada por vergüenza o miedo a que no sea recíproco, y nos ceñimos a contárselo solo a nuestros amigos o incluso guardárnoslo para nosotros mismos. Nos conformamos con observarle de lejos y de vez en cuando, con suerte, cruzar miradas, pero al final no acaba siendo suficiente. 


Empiezas a cambiar tu manera de hacer las cosas solo para intentar que se fije en ti, como por arte de magia. Poco a poco, te empiezas a fijar en lo que hace, lo que le gusta, y todo eso se te va quedando grabado en la mente. 


Todos los fallos o cosas malas que otros ven en esa persona, tú vas a empezar a pasarlos por alto y solo te fijarás en lo bueno que tiene. Lo que hacía tiempo era una persona cualquiera, hoy se ha convertido en tu razón para levantarte e ir al cole con ganas. 


Y muchas veces es contradictorio, por una parte quieres verle, que te vea y estar cerca de ella o incluso mantener una conversación, pero cuando llega ese momento, la vergüenza y los nervios se apoderan de ti. Te empiezas a poner roja, dices cosas sin sentido e incluso te cuesta decir una frase seguida sin trabarte y tratas de salir de esa situación cuanto antes. 


Pero al final solo hay una manera de que todo se aclare, confesándole lo que sientes por ella. Normalmente no somos capaces de hacerlo y por eso siempre nos quedamos con la duda de lo que hubiésemos podido llegar a ser.


Blog Vl

 Hoy en día, se ha vuelto muy popular entre los jóvenes la palabra “crush”. Cuando la utilizamos, nos referimos a esa persona que nos gusta, que soñamos con ella o que está en nuestra cabeza constantemente y no podemos evitarlo. Un “crush” puede ser alguien que ni conocemos, pero que nos atrae por su forma de ser o simplemente su físico. 


A veces me imagino cómo me gustaría que fuese mi persona ideal: con una sonrisa bonita, alguien sincero, divertido y sobre todo que me entienda. Otras veces, un “crush” es alguien que siempre le vemos, que nos lo cruzamos todos los días por la calle, pero que no nos atrevemos a acercarnos. La vergüenza o el miedo al rechazo nos frenan, aunque realmente nos gustaría poder hablar con él y saber cómo es o lo que piensa. 


Tener un “crush” puede ser muy guay, porque nos llena de ilusión y de muchos pensamientos, pero a la vez puede ser un poco agobiante cuando sentimos que es un amor imposible. Aun así, todos alguna vez hemos tenido un “crush”, y es una sensación muy bonita la ilusión que tenemos por alguien. 


Tener un “crush” no es nada malo. Es una de esas cosas que hacen la vida más emocionante. Nos recuerda que tenemos sentimientos y que tenemos ilusión, y quién sabe, tal vez un día esa persona también piense en ti de la misma manera.


blog VI

 Hoy en día se usa bastante el término “crush” que significa más o menos sentir una atracción romántica o afectiva hacia otra persona. No necesariamente hace falta tener una relación muy cercana a esa persona, puede ser una persona con la que ni siquiera hablas o una con la que hablas todos los días.


Normalmente este término se usa cuando te gusta una persona real, pero con el tiempo se ha empezado a usar también para muchas otras situaciones. Por ejemplo hay gente que dice que tiene crushes, no románticos, si no de amistad. A esto se refieren cuando ven a alguien y piensan que les encantaría ser amigo suyo, sin ningún interés romántico. 


Por otro lado hay gente que lo usa para referirse a personas famosas. Cuando ven a alguien en películas, series o redes sociales y les gusta mucho (puede ser físicamente, por su forma de hablar, o un conjunto de todo) a veces se refieren a él o ella como “crush”. Esto la mayoría de las veces lo hacen sin ni siquiera haberle visto en persona una vez, simplemente por lo que transmiten a través de una pantalla. 


Está claro que en estas situaciones es todo de manera muy superficial, y como con la mayoría de “crushes” es debido a la idealización de esa persona. Sin a veces quererlo damos por hecho que una persona es de cierta manera y muchas veces es errónea.


Blog VI (Ane Ibarreche)

 Hoy en día se habla mucho sobre el termino "crush", para referirse a un tipo de amor platónico o a un amor que piensas que nunca se va llegar a dar, aunque realmente siempre tienes esa pequeña esperanza de que algún día podrá llegar a pasar algo. Este amor es algo pasajero, es una simple atracción física que te atrae o te absorbe, pero en el fondo no es más que eso. Ellos, generalmente, no son los que se convierten en el padre o madre tus hijos, en la persona con la que pasas el resto de tu vida, con la que te casas, independizas... Para este tipo de cosas, se busca a una persona con ciertos "requisitos" y con la que se congenies al cien por cien.

Cuando sientes esa atracción por una persona muchas veces tu vida se basa en esperar a esos momentos en los que le puedes ver, hablar, compartir momentos... Y realmente no disfrutas del resto del tiempo o esperas que los días que no le puede ver pasen rápido. Esto puede crear gran impacto en tu humor, lo cual puede llegar a afectar en tu relación con tus amigos o familia. 

Como ya he dicho anteriormente, estas obsesiones suelen ser pasajeras ya que la mayoría de veces no son mutuas. Esta tristeza que sientes al darte cuenta de ello dolerá durante unos días o meses en cuestión de tu nivel de obsesión. Si que es verdad que una vez lo tengas superado podrás saber diferenciar entre una simple obsesión o atracción física y un enamoramiento o unos sentimientos reales de amor. 

Este amor real del que os hablo, muchas veces llega en el momento en el que menos se espera y con la persona, con la para la sorpresa de nadie, tampoco se esperaba. Cuando se siente esto se sabe, se sienten cosas que nunca antes se han podido experimentar, se quiere a alguien como nunca antes, te interesas por esa persona como por nadie. En conclusión, cuando llega el amor de verdad se sabe.


Blog VI

Hoy en día es muy común tener un “crush” o simplemente alguien que nos gusta y nos atrae más allá de lo físico. Cuando eso ocurre todas las interacciones por con esa persona por mínimas que sean se vuelven especiales.

No todos tenemos un crush en este momento, pero creo que todos, en algún punto, lo hemos tenido o tendremos, hemos sentido o sentiremos esa mezcla de nervios, ilusión y curiosidad. Y aunque no siempre salga bien, sentir algo así te enseña mucho sobre ti mismo y sobre lo que realmente quieres en tu vida.

Es muy común no querer sentir ese sentimiento o oprimirlo simplemente por el miedo a ser rechazados o por pensar que la otra persona no siente lo mismo. A mi me parece algo muy bonito tener a alguien que te mueve en tu vida, ya que muchas veces hacemos cosas o dejamos de hacer muchas otras para ver a algunas personas. Pienso que no se elige de quién te gusta. Simplemente pasa. Puede ser alguien que ni esperabas, alguien con quien apenas hablas, pero que, por alguna razón, te remueve algo cada vez que lo ves. No sé si eso se llama crush, pero sí sé que hay personas que tienen esa energía que te atrae sin hacer nada especial.


Durante toda tu vida te pasara eso con varias personas y todas ellas tendrán algo en común: lo que buscas en una pareja ideal. Para mi una persona para que yo me fijase tendría que cumplir algunos valores como por ejemplo la empatía, la generosidad y el respeto. Pero, aún hay algo que me parece mucho más importante que todo eso, que es que no me sienta juzgado con esa persona y que pueda ser yo mismo. Sentirse cómodo con alguien, no pensar en si te va a juzgar o criticar me parece muy especial, ya que eso muestra mucha confianza entre las dos personas.


Blog VI - Erik Alcalde

Hoy en día, la palabra crush se utiliza para describir a esa persona que nos atrae o nos interesa de manera especial. Puede ser alguien real con quien nos cruzamos todos los días, o simplemente una persona que nos encantaría que existiera. Es alguien que llama nuestra atención y con quien nos imaginamos compartiendo momentos especiales.

Si pienso en cómo sería mi crush ideal, hay varias cosas que me vienen a la cabeza. Primero, alguien que me aporte intelectualmente, con quien pueda aprender y compartir conocimientos. Me gusta la idea de que la relación sea un intercambio: que yo pueda enseñarle algo, pero que ella también me enseñe a mí algo nuevo cada día. Además, que tenga también un sentido del humor parecido al mío, ya que creo que el hecho de poder expresarnos con bromas y risas crea una mejor relación y la refuerza más.

También, busco a alguien que sea cariñoso y que sepa demostrarlo de manera natural. No hace falta que sea exagerado ni que este todo el tiempo pendiente, pero sí que exprese su cariño, que haga gestos pequeños que digan que le importo y que disfruta de mi compañía. 

Otra cosa importante para mí es que tenga iniciativa y ganas de vivir cosas. No hace falta que sean aventuras extremas, pero sí que esté dispuesta a salir, probar experiencias, descubrir nuevos lugares o simplemente hacer algo diferente. Me gusta la idea de compartir momentos animados, donde podamos disfrutar y crear recuerdos.

Por último, valoro mucho el equilibrio en la personalidad. Alguien que sepa ser tranquila y disfrutar del momento, pero que también tenga esos momentos en los que se acelere un poco, que quiera hacer cosas y vivir experiencias.

Blog VI

 Un crush es básicamente la persona ideal para ti o que más te atrae. Pero encontrar a la persona ideal puede ser algo difícil o simplemente, coincidente. Muchas veces el amor es muy grande, y es por esto que no nos damos cuenta de que podemos llegar a sufrir si no tenemos en cuenta un par de cosas fundamentales. 


Para empezar, una persona ideal tiene que tener respeto hacia cualquier persona. Si se cumple, adelante. Otra cosa importante a tener en cuenta son los detalles. Una persona que se preocupa e interesa por ti, debe ser valorada. Como pareja, debería existir el cariño. Está claro que no todo el mundo es igual de cariñoso, pero en una relación una persona debe tener afecto por la otra persona. 


Es cierto que tiene que existir una conexión entre ambas personas. Por eso mismo, tiene que haber confianza y no desconfianza o inseguridad para poder hablar de cualquier cosa. Esa confianza puede ser beneficiosa y aportar tranquilidad.


Por último, creo que en una relación ambas personas tienen que compartir sus metas en la vida y sus diferentes intereses por optar a algo en ella.


En resumen, una persona ideal para mí tiene que tener respeto y obviamente que me guste físicamente y mentalmente. De ahí en adelante, lo demás son pilares fundamentales que deben haber en una relación.


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Mi alma gemela inexistente



A veces me pongo a pensar que tengo un alma gemela. No vive en ningún lugar del mundo, no tiene rostro ni nombre, pero puedo sentirla como si respirara en el aire. Es una presencia invisible, un eco suave que aparece cuando más lo necesito.

Mi alma gemela no llega con promesas ni flores, sino con comprensión. Es ese tipo de ser que no necesita palabras para entenderme. Sabe cuándo guardar silencio, cuándo sonreír y cuándo tenderme una mano, aunque solo sea en mis pensamientos. No tiene un cuerpo físico, pero su esencia está en todas partes: en la música que escucho , en el atardecer que me inspira, y en  los momentos de soledad donde aprendo a conocerme mejor. Es un reflejo de todo lo que deseo ser: alguien de buen corazón, empática, paciente y sincera.

Mi alma gemela inexistente no me juzga. Acepta mis errores como parte de mi historia, y mis cicatrices como pruebas de que sigo en pie, y en  su compañía imaginaria, me siento comprendida, libre y en paz. Es como una versión luminosa del amor que todos buscamos, pero que a veces olvidamos darnos a nosotros mismos. A veces pienso que mi alma gemela no está fuera, sino dentro de mí. Que aparece cada vez que me escuchó con atención, qué me perdono, o que aprendo a cuidar de mí sin esperar nada a cambio. Es un recordatorio de que no necesito que alguien más complete mi historia; que puedo hacerlo por mí misma.

Mi alma gemela inexistente me enseña que el amor verdadero no siempre se encuentra en otro, sino en la forma en que aprendemos a querer, a comprender y a crecer. Y aunque nunca la vea frente a mí, sé que su energía me acompaña, como un faro silencioso que guía mis pasos.

Tal vez un día el mundo me presente a alguien que se parezca a esa alma que inventé. Pero si no ocurre, no importa. Porque mientras exista esta idea de pura comprensión, bondad y conexión sincera, sabré que no estoy sola.

Mi alma gemela no existe en la realidad, pero vive en mis pensamientos, en mis sueños y en mi forma de amar. Y a veces, eso es más que suficiente.


Blog VI

 A veces pienso que tener un “crush” es una de las cosas más simples y bonitas que pueden pasarnos cuando somos adolescentes. No es un amor grande ni complicado, pero sí uno que se siente de verdad. Empieza sin que te des cuenta, con una sonrisa, una conversación, una coincidencia tonta… y de repente, esa persona empieza a ocupar un espacio en tu cabeza que antes no tenía dueño.

Lo curioso del "crush" es que no necesitas mucho para emocionarte. Basta con un "hola" o una mirada para que el corazón se acelere como si fuera algo enorme. Empiezas a pensar más de la cuenta, a buscar excusas para coincidir, a leer entre líneas cosas que tal vez no están ahí. Y aun así, se siente bien. Es una mezcla de nervios, ilusión y un poco de miedo, todo al mismo tiempo.

El amor adolescente tiene esa inocencia que se pierde un poco con el tiempo. No se trata de planes de futuro, solo de sentir. Es querer ver a alguien sin razón, escribirle sin motivo, reírte más de lo normal cuando está cerca. En ese momento, todo parece más bonito solo porque esa persona existe.

Claro que a veces, el "crush" se queda ahí, en una ilusión. Y duele un poquito cuando te das cuenta de que tal vez no va a pasar nada. Pero incluso eso tiene su encanto. Porque aunque no se convierta en una historia real, deja un recuerdo cálido. Te enseña lo que es emocionarte por alguien, lo que es esperar un mensaje, lo que es sentir mariposas sin saber por qué.

Con el tiempo, uno aprende que esos sentimientos, aunque parezcan pequeños, son los que más se quedan. Tal vez porque fueron los primeros. Porque no había miedo ni desconfianza, solo ganas de sentir algo bonito.

Y creo que es eso lo que lo hace tan especial, que es puro, torpe, sincero y totalmente real, aunque dure poco. Porque, al final, todos recordamos ese "crush" que nos hizo sonreír sin razón y nos enseñó.

Blog VI-Aiala Landa

 Últimamente se habla mucho de los "crushes", para dirigirte a alguien que te atrae, ya sea física o emocionalmente. Pero ya no es solo con personas reales, sino de ficción también. Tener un crush es ese flechazo y atracción hacia una persona. Claramente no es lo mismo que si te gusta o te enamoras de alguien. Pero sí que debe ser bonito experimentar ese pequeño amor o sentimiento por alguien. La gente al pensar en un crush solo se centra en lo físico, lo cual es algo muy triste.

Por eso, me paro a pensar cuáes serian las características que me gustarían en alguien. Personalmente, no me gusta nadie que llama mucho la atención. Prefiero alguien más tranquilo y reservado. Con eso no me refiero a un antisocial que no habla con nadie. Más bien me refiero a alguien, que tiene un grupo de amigos con el que es abierto, pero a la hora de hablar con otras personas no es el típico notas. Alguien responsable, que sabe lo que quiere en la vida. Centrado en sus estudios e intereses, pero no de forma obsesiva. También que sea divertido y busque formas nuevas de entretenimiento. 

Eso por la parte de la personalidad. Ahora físicamente. Aunque no me importe mucho, si que tengo unas preferencias o cosas que me atraen más. Por ejemplo, sé que prefiero a los morenos, lo cual no hace que los rubios me parezcan feos. La altura también es un factor importante. Yo al no ser muy alta, no me gusta la gente extremadamente alta, por lo que prefiero estatura media. Y lo que más podría decir que me atrae, son las manos y la sonrisa. Las manos, por la forma que tiene cada uno de expresarse, cuentan muchas cosas,  más que los ojos. Y la sonrisa por lo variable que es. Cada una tiene la suya.

A día de hoy no tengo ningún crush, y no me es un problema. Pero si que mi vida es más divertida cuando tengo uno, y creo que es un sentimiento que nadie se tiene que saltar.

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 He buscado la definición de Crush, ya que es una palabra que he oído mucho pero nunca me he parado a pensar que querrá decir.

"Crush" es una palabra en inglés que, en el contexto de las relaciones, significa tener un flechazo o enamoramiento intenso, a menudo pasajero, por otra persona. 

Y me preguntó:

¿Tiene que usarse el término "crush" solo para personas?

¿No puede usarse en otro sentido?


Todas las mañanas cuando salgo de casa para ir a clase me cruzo con una señora y su perro.

Siempre he querido tener uno, pero mis padres, a los que también les encantan los perros, dicen que no tenemos tiempo para ocuparnos de él. Que el perro tendría que pasar mucho tiempo sólo y que para eso prefieren no tenerlo. Además dicen que la responsabilidad de sacarlo caería sobre ellos, porque al principio le haríamos mucho caso pero luego...no estoy de acuerdo.


Pero volviendo al "crush" canino, el perro en cuestión es un pastor vasco marrón clarito precioso, me encanta esa raza y este además es super formal.

Yo creo que es un perro adiestrado porque su dueña va en silla de ruedas eléctrica y el perro va a su paso y nunca se pone nervioso por otros perros, ni parece que haya nada que llame su atención a parte de su dueña.

Se para en todos los semáforos sin que aparentemente le diga nada y camina siempre al mismo ritmo que ella lleva.


Muchas veces he pensado en pararme y decirles algo a ver si lo podía acariciar, pero la dueña tiene un aspecto tan serio que me impone.

Incluso he llegado a ponerle nombre "Canela" porque siempre que le veo me recuerda a ésta debido a su precioso color.

En invierno, los días de lluvia, le pone un impermeable que le coge también las patas y el pelo que le queda en las puntas de las patas son como pequeñas bolitas a modo de pompones.

Bueno, volviendo al tema principal, yo creo que lo que tengo por este perro es un "crush" llevado a otro terreno.


No sé si un día me atreveré a pararle a la señora y preguntarle por el perro y hacerle alguna caricia a ver cómo reacciona y que carácter tiene, imaginate que he acertado y se llama Canela.


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Relacionado con el tema del amor me gustaría hablar sobre las relaciones tóxicas. Hoy en día, la toxicidad en la pareja es un tema que mucha gente ve de forma negativa, creyendo que es una forma de desconfiar de la persona a la que amas. Es decir, ponerse celoso por el hecho de que tu pareja tenga actitudes poco comunes con otra persona es visto de mala manera, de forma irrespetuosa, ya que la pareja no te respeta ni confía en ti. Yo, sin embargo, lo veo de otra forma distinta.

Es cierto, que algunas situaciones se llevan a un extremo hasta tal punto de generar a la otra persona o a uno mismo problemas de salud mental. Como puede ser el caso de aquellas personas que se ponen celosas por el simple hecho de que su pareja esté hablando con una persona que no es ella. En estos casos, los celos no son una forma de mostrar que amas a esa persona. Por lo que, la persona que sufre estos ataques de celos debería reflexionar sobre sus conductas e intentar mejorarlas además de tomárselo de forma de aprendizaje para que no vuelva a pasar.


Con esto no quiero decir que ser tóxico en una relación sea la forma correcta de amar, ni que esté bien, todo lo contrario. Amar es aceptar, valorar, respetar a la persona que tienes a tu lado. Tan solo digo que cuando se dice que una persona es tóxica la gente opina generalmente mal sobre ella. No obstante, se puede intentar ver de otra forma menos negativa. En una relación tóxica la primera persona a la que habría a ayudar sería a la persona que está sufriendo ese daño. Sin embargo, eso no quita que dejemos de un lado a la persona que causa el daño. Deberíamos pensar en por qué la persona actúa de esa forma, qué le lleva a ser celosa, ya que probablemente sea por falta de amor hacia uno mismo o inseguridad. 


Finalmente, lo que quiero transmitir con esto es que hay que ser un poco más comprensivos y empáticos con la gente. Además de no juzgar las formas de amar de cada persona, siempre y cuando haya respeto mutuo.


Blog VI-Mikel Mendizabal

La palabra “crush” es una de las más utilizadas por los jóvenes de hoy en día. Con ella, buscan referirse a una atracción o enamoramiento muy intenso, que a menudo es por alguien que no conocemos o que no nos atrevemos a conocer, por miedo y vergüenza. Por supuesto, yo he tenido algún “crush” en mi vida, pero para darme cuenta de que realmente me gusta esa persona debería conocerla mucho más a fondo, y no solo por el exterior. No me malinterpretéis, el físico me parece una faceta vital para estar enamorado.

Mi persona ideal en ese sentido tendría que cumplir dos características sencillas: en primer lugar, debería ser una persona que me resulte atractiva, físicamente hablando. No me creo a la gente que dice que no le interesa la apariencia. Un mínimo te debe de importar, no vas a estar con alguien que no cuide su apariencia, o por lo menos yo no lo haría. Siguiendo con ello, una persona que tenga estilo, vista bien, sea limpia... Son factores secundarios, pero que a la hora de la verdad suman muchos puntos. 

Por último, la sonrisa y los ojos me parecen una característica clave. Una sonrisa contagiosa y atractiva, que te incite a mirarla siempre que puedas. Y unos ojos grandes, con una mirada penetrante, puestos a elegir que sean ojos claros, estilo azulados o verdosos. 

En segundo lugar, la personalidad es incluso más importante que el físico. Que tenga un buen sentido del humor, amable y risueña. Tras ello pediría que fuera cariñosa, no solo conmigo, sino que con su alrededor, que cuide su entorno y lo demuestre. Alguien que sea ambiciosa, que no se conforme con lo mínimo. Necesito que quiera cumplir sus sueños, y que haga lo necesario para conseguir cumplirlos. Por último, ya puestos a pedir, suplicaría que fuese empática, que trate de entenderme y se ponga en mi situación. Eso viene enlazado a que no me presione a hacer cosas que no quiero hacer.

Cabe recalcar que he descrito a una persona idealizada, sin ningún mal atributo, cosa que es imposible. También me gustaría hacer hincapié en que no importa que tenga el mejor físico del mundo, si su personalidad no me atrae, no podría ser mi pareja ideal, y viceversa. Si es la persona con mejor personalidad de todo el planeta, pero no me atrae nada su físico, no podría ser mi famosa “crush”. Debe haber un equilibrio entre las dos. 

Blog VI

Al principio pensé: “¿Cómo voy a hablar de este tema?... ¡Luego la clase lo va a leer!”.Después comprendí que, aunque a veces pueda ser un tema incómodo para la sociedad, y más para adolescentes de 16 años, esto es un tema real. La atracción existe. Tener que morderte los labios cada vez que lo miras porque no aguantas las ganas de besarle existe. Que se te erice la piel cada vez que sientas que está a menos de un metro de ti existe. Que quieras tener conversaciones infinitas con él a todas horas, existe. Que cada vez que lo mires o escuches hablar de él te salga una sonrisa tonta, existe.

Yo, sinceramente, no creo en un tipo de amor ideal y perfecto. Siento que el amor es imperfecto, cruel, mentiroso, intenso y una máquina de hacer ilusiones. Pero también es humano, bello, maravilloso, cálido, honesto y responsable de que yo esté escribiendo esto ahora mismo. 

El amor tiene mil formas y mil sensaciones. El amor mueve realidades, experiencias y vidas. La razón por la cual estás vivo y estás leyendo esto que he escrito es el amor. Por esta razón voy a hablar sobre lo que sería el amor en forma de mi prototipo. 

Si me pongo a pensar cuál sería mi prototipo de chico, probablemente me gustaría un chico que no tuviese miedo a vivir ni a sentir. Un chico que se mirase al espejo y estuviese orgulloso de sus éxitos, pero también de sus fracasos. Un chico que tuviese un propósito, una visión y un objetivo por el cual levantarse todas las mañanas.

Un chico que sepa ver más allá. Que siempre esté preparado para seguirme el ritmo. Que me cuide cuando esté mal, que me abrace con fuerza cuando mi mundo se desmorone, que me bese cuando lo desee y que me guíe cuando esté perdida. 

Pero también que me ponga límites, que me enseñe y me ayude a crecer. Que me ayude a entender y a ver partes de la vida que no comprendo. Que me explique sus razones, sus creencias y visiones. Que me quiera tal como soy, que respete mis decisiones y mis motivos. Que se quite su coraza conmigo, que se abra y me enseñe sus partes más frágiles e inseguras. Que no tenga miedo a ser vulnerable y que no se avergüence de su pasado.

Parece que he dicho muchos requisitos, y para qué mentir, los he dicho…ni que yo fuera perfecta. Pero los digo porque sé que ese chico está ahí, mucho más cerca de lo que me pueda llegar a imaginar. Ese chico existe, y ojalá pueda experimentar lo que es estar a su lado y pueda seguir exprimiendo cada momento que pase con él.


BLOG VI

 Hoy en día todos hablamos de tener un "crush", esa persona que nos gusta tanto y que te pasas el día embobada como una idiota. Probablemente, el 50% de la población, no tendrán ni idea de que significado tiene, asociando la palabra como una más de esas que dicen los jóvenes. Cuando te piden el significado, tendemos a decir que es alguien que te gusta, dejando atrás la ilusión que implica eso, nervios o incluso un poco de obsesión momentánea. 

Es esa persona que te hace sonreír sin razón, en quien piensas constantemente, que un simple saludo te alegre el día, el sentir mariposas en el estomago y volver a sentir esa ilusión por alguien. No tiene porque ser alguien cercano a ti, puede ser alguien que sientes que ves todos los días en todos los lados, en redes sociales, colegio, pueblo... Un "crush" mas que una relación, lo denominaría mas como una emoción o incluso obsesión. 

Tenerlo no siempre es fácil. A veces quieres acercarte, hablarle o simplemente cruzar un "hola" o un saludo con la mano. Siempre existe el miedo constante a quedar en ridículo enfrente a el/ella y eso es lo que te puede llegar a detener. Te quedas callada, mirándole desde lejos, imaginando si el tendrá las mismas emociones que tu o no se sabe ni tu nombre. 

Pero a pesar de todo, tener un "crush" es bonito. Te enseña a soñar, luchar constantemente por alguien, emocionarte con cosas pequeñas y valorar los detalles de los demás. En el momento un rechazo te lo tomarías como un disparo en el pecho, pero realmente no importa, porque la sensación de admirar a alguien y sentir tanto siempre se queda. Es una manera especial de demostrar que todavía hay personas que nos hacen latir el corazón mas rápido y aunque solo sea pasajero vale la pena. 

El estereotipo que tengo yo sobre mi futura pareja, es esa sensación de sentir que quieres a alguien incluso más que a ti. Es alguien que al mirarle a los ojos sientas que has encontrado el resto de tu vida en el y que mejore todo con su presencia. Es la persona que te hace estar toda la semana pendiente de cuando os vais a ver y generar esos nervios tan bonitos. Es quien te imaginas en todos tus planes, en tus risas y presentándolo a tu  familia. 

En conclusión, es sentir que alguien se vuelve indispensable en tu vida, que te importa su felicidad tanto como la tuya y que su presencia te genere seguridad. 

Blog VI Martin Albizu.

Desde mi punto de vista, tener una crush me parece una cosa bastante inútil, ya que la propia palabra se suele utilizar para ejemplificar un amor imposible o algo por el estilo. Pero si que para mi, los rasgos de una persona son clave para que simplemente me parezca atractiva por lo menos, y no solo rasgos físicos, también los personales.

Para mi alguien debe cumplir 3 cosas bastante importantes para que por lo menos me parezcan atractivas. Para empezar, tiene que ser una persona que tenga un sentido del humor parecido al mío, porque tu imagínate decir algo que te haga gracia y que tu pareja se quedase callada sin reírse. Eso sería un momento muy incomodo, pues imagínate que te pueda pasar eso en cualquier momento en el que estes con esa persona. 

Como segundo criterio, la persona con la que este debe ser tan lista como yo, o más, pero ante todo nunca podría estar con alguien que no lo fuese. Tu ponte en la piel de estar con alguien que no es tan listo como tu, probablemente acabarías muy cansado de tener que explicarle cualquier cosa que no entendiese, o peor aún. Tener que defenderle si hace algo mal, porque no sabe defenderse ella sola con palabras.

Mi tercer punto y el más importante, que fuese alguien tranquila, apaciguada y que estuviese bien consigo misma. Para mi este es el más importante ya que vivir con alguien que tuviese cualquier complejo o que necesitase demostrarse a si misma algo, para mi implicaría que se centrase solo en si misma, y no en los demás. 

Aparte, desde mi punto de vista la tranquilidad es la cosa más importante en otra persona, alguien que es tranquilo, cuando tiene que hacer algo, lo hace sin prisa, pero siempre haciéndolo a tiempo y bien. Mi pareja perfecta cumpliría estas 3 cosas tan importantes para mi.

Marcos Blog VI

Si pienso en cómo me gustaría que fuera esa persona especial, creo que no empezaría por lo físico. No porque no tenga importancia, pero al final lo que realmente atrae suele aparecer después, cuando ya has hablado un poco con alguien y descubres cómo es.

Me gustaría que fuera alguien con sentido del humor, pero no de esos que siempre quieren llamar la atención. Prefiero a alguien que sepa reírse de sí mismo, que se tome las cosas con calma y que no necesite estar todo el tiempo haciendo bromas para caer bien. Alguien con quien puedas reírte sin esfuerzo, pero también quedarte en silencio sin que resulte incómodo.

También me gusta la gente auténtica. No perfecta, sino real. Personas que no intentan aparentar, que no se cambian según con quién estén. Alguien que tenga sus rarezas, sus manías, y que no las oculte. A veces lo más interesante de alguien está justo en esas pequeñas cosas que no intenta disimular.

En cuanto a la forma de pensar, me gustaría que fuera alguien curioso, con ganas de aprender, que no se conforme con lo primero que le dicen. Que tenga opinión, pero que también sepa escuchar y no necesite tener siempre la razón. Esa gente con la que puedes hablar de cualquier tema y que te hace ver las cosas desde otro punto de vista.

Y sobre todo, me gustaría que fuera alguien tranquilo, de esas personas que transmiten paz. Que no haga falta estar hablando todo el tiempo para sentirte cómodo. No quiero a alguien perfecto ni nada por el estilo. Solo a alguien con quien sea fácil ser yo mismo, sin fingir ni esforzarme por parecer algo que no soy. Alguien que no necesite hacer nada especial para hacerme sentir bien.

sábado, 8 de noviembre de 2025

Blog V - Sarai Cristina

Cuando era niña pase por un momento que hoy en día daría pena y vergüenza decirlo. Al parecer de pequeña me había gustado un niño de mi escuela, él se llamaba Ismael, un niño auténticamente encantador, educado en todo momento, mostrando siempre sus valores, amable con la gente que le rodeaba y lo que le hacía único, su forma de pensar, de imaginar, de ver las cosas a su modo.

En una ocasión él se me acercó y me empezó a hablar, fue una charla corta, pero lo suficiente para decirme a mí misma que él tenía que ser mi primer amigo de ese mismo año, así él se convirtió en mi primera víctima para formar lazos de amistad.

Pasando ya el tiempo nos convertimos en grandes amigos, hasta que llegó el momento que terminaba el año escolar lo triste era que él se marcharía a otra ciudad “ Santa Cruz” y yo me iría a la frontera del Beni y La Paz “Yucumo”.

La última vez que lo vi fue en un campamento de la iglesia adventista en 2023.Quise hablarle, pero el miedo me ganó. Temía que no me recordara o que me ignorara. Así que solo lo observé desde lejo.


Todo esto lo digo porque si tuviera que describir a mi crush ideal, primero que nada poder tener la oportunidad de conocernos mucho mejor cada uno, en la forma que somos (alegres, enojados, tristes, divertidos..) Podría decir que no busco la perfección en él, más bien lo único y auténtico que sea del resto de los demás, con un sentimiento y valores únicos, con sentido del humor, que sea atento y carñoso, que tenga sueños,  metas por cumplir y por último tener el mismo hobby, aventuras o adrenalinas que compartamos. 
Yo creo que ese sentimiento de tener un Crush es precisamente la ilusión, ese sentimiento que nos vuelve vulnerable y nos hace tener emociones al verlo o pensarlo.

En fin, todos hemos pasado por ese momento donde sentimos mariposas en el estómago o también un dolor que nos causa esa persona pero todo eso nos hacen tener experiencias y recuerdos, que somos capaces de sentir emociones y enseñarnos que como humanos es normal sentir eso. Vale la pena sentir esos sentimientos y momentos que tuvimos con esa persona especial tanto buena o mala para dejarnos una lección sobre nosotros mismos y sobre lo que buscamos en otras personas.

Blog VI - Pablo De Arroita

Hoy en día se escucha mucho la palabra ¨crush¨, y aunque suene un poco moderno, básicamente se refiere a esas personas que nos llaman la atención por alguna razón, sin que haya nada más. No hace falta tener una relación con alguien para que nos afecte o para que nos haga pensar más de la cuenta. Con solo cruzarnos con esa persona o verla de lejos, ya puede cambiar nuestro día sin que ellos siquiera se den cuenta. A veces me sorprende cómo alguien puede ocupar tanto espacio en nuestra cabeza sin que nosotros lo busquemos, y cómo esos pensamientos aparecen en los momentos más inesperados, como mientras caminamos por el colegio o estamos esperando en clase.

Es normal que estas personas no aparezcan muy seguido en nuestra vida, y tampoco pasa nada. Centrarte en ti mismo, en tus cosas y en lo que realmente te hace feliz, es igual de importante. Muchas veces nos hacen imaginar cosas, soñar un poco o pensar en situaciones que probablemente nunca pasen, pero eso no es malo; al contrario, puede enseñarnos mucho sobre lo que sentimos y lo que realmente valoramos. Incluso un gesto pequeño, una sonrisa o un simple “hola” puede quedarse en nuestra cabeza y hacernos sonreír sin motivo aparente.

A mí me gustaría que esa persona fuera buena persona, guapa, maja y que no se diera demasiada importancia. Para mí, también es importante que sea lista y que tenga sentido del humor, porque con alguien así es mucho más fácil sentirse cómodo y disfrutar los momentos juntos. Creo que esos detalles son los que realmente cuentan y los que hacen que alguien destaque, más allá de la apariencia o de la simple atracción. Incluso si no hay nada romántico o más que un saludo diario, esos pequeños momentos pueden dejar recuerdos bonitos y enseñarnos mucho sobre nosotros mismos y sobre la otra persona. A veces, simplemente vivirlos y observarlos es suficiente, y eso es lo que hace que valga la pena.

Jon Cid - Blog VI

 Mi "crush", la persona de la cual estoy perdidamente enamorado, es mi razón principal para levantarme por las mañanas. Para afrontar un nuevo día, con la esperanza de que me regale una sola mirada, o incluso unas palabras, por breves que puedan llegar a ser. Solamente por eso merece la pena no quedarse en la cama. Salir al pasillo y toparme con ella, volver a clase y no ser capaz de atender al profesor, terminar el día y esperar para verla una vez más antes de marcharme… Y a la hora de dormir, tumbado con los ojos cerrados, visualizar una vida juntos. Los mensajes de buenos días, las despedidas al anochecer, todos los momentos íntimos que compartiríamos. La parte más dura suele llegar al despertar de nuevo, en la triste realidad, deseando volver a aquel maravilloso sueño.

Esa persona tan especial para mí debe cumplir unos requisitos. Ha de ser alguien inteligente, la cual no deje influenciarse por la opinión de los demás y sea capaz de construir su propia visión de las cosas. Debe tener carácter, una persona que sepa poner límites y defender su orgullo, para que no puedan humillarla ni tratarla de menos. También debe ser ambiciosa, tener metas y sueños que cumplir, y lo más importante; la actitud y determinación para llevarlos a cabo. En cuanto a sus aficiones, lo ideal sería una persona que disfrutase del cine tanto como lo hago yo, o estuviese interesada en el deporte de alguna forma.

En definitiva, mi "crush" no es solo alguien que me guste físicamente, sino una persona que me haga sentir en casa incluso cuando estamos lejos. Me gustaría que fuera alguien con quien pueda ser yo mismo sin miedo a ser juzgado, alguien que se ría de mis tonterías y también pueda hablar conmigo de cosas profundas cuando haga falta. Una persona que me enriquezca y me aporte de forma positiva, pero sobre todo; alguien que me dé ese impulso para levantarme de la cama una vez más.

Íñigo L blog VI (crush)

 En los últimos años, la palabra “crush” se ha vuelto muy popular entre los jóvenes para referirse a esa persona que nos hace ponernos nerviosos cada vez que la vemos o que nos alegra el día al verla. Tener un “crush” significa pensar en alguien constantemente, sentir mariposas en el estómago cada vez que lo ves y/o desear estar cerca de esa persona el máximo tiempo posible. Es algo que puede ser muy bonito, ya que nos llena de ilusión y nos hace querer ser mejores. Sin embargo, también puede ser complicado, porque no siempre sabemos si nuestros sentimientos son correspondidos, lo que provoca que, normalmente no expresemos nuestros sentimientos hacia esa persona.


A veces, nuestro “crush” es alguien que vemos todos los días: en el colegio, en la calle o  incluso en tu propio edificio. Cada encuentro nos ilusiona, nos emociona, pero al mismo tiempo nos pone nerviosos. Como ya he dicho antes, la vergüenza y el miedo al rechazo hacen que, muchas veces, nos quedemos callados y no digamos nada. Nos imaginamos conversaciones perfectas en nuestra mente, pero en la vida real no sabemos cómo empezar ni cómo actuar, lo que provoca aún más nerviosismo e inseguridad al cruzarte con esa persona.


Me gustaría que mi “crush” fuera una persona amable, divertida y sincera, con una sonrisa dulce que transmita confianza y una personalidad que me haga sentir cómodo incluso en loa malos momentos. Sería alguien con quien poder compartir risas, intereses y momentos simples pero especiales. Aunque a veces da miedo acercarse, también es emocionante pensar que un pequeño gesto o una palabra podría acercarnos más a esa persona, y, por consiguiente, a la oportunidad de conocerla. Tener un “crush” nos enseña a ser valientes y a valorar la posibilidad de nuevas conexiones. Por eso, aunque el miedo exista, a veces vale la pena arriesgarse y decir lo que sentimos.

Blog VI

  Hoy en día se usa mucho la palabra “crush” para hablar de la persona que nos atrae o nos llama la atención de una forma especial. No tiene por qué ser alguien de quien estemos enamorados, simplemente alguien que nos gusta, nos llama mucho la atención cuando la vemos o pensamos en ella. Suele ser alguien al que solemos ver o nos lo encontramos a menudo.

En lo primero que nos solemos fijar es en su físico pero luego no siempre es lo que más atrae. A veces es su forma de hablar, su sonrisa, o la manera en la que trata y habla a los demás. Esa persona tiene algo que nos llama mucho la atención.

Sentir eso puede ser muy bonito, porque nos llena de ilusión, alegría e incluso aveces nervios. A veces solamente con una mirada o una conversación corta con esa persona ya vale para tener esa ilusión. Pero también tiene su otra parte, cuando nos pasa, solemos distraernos con facilidad. Podemos estar en clase o haciendo cualquier cosa, y de repente pensar mucho en esa persona, en cómo sería si habláramos más o tuviéramos más relación con esa persona..

Estas sensaciones, aunque a veces nos desconcentren o nos confundan, también nos ayudan a conocernos mejor a nosotros mismos y conocer más nuestros gustos. Nos hacen descubrir qué cosas valoramos más que haya en los demás, qué tipo de persona nos gustaría tener cerca y qué nos hace sentir bien y eso en mi opinión es muy bueno ya que te ayuda a conocerte más a ti mismo.

Al final, tener a alguien que nos gusta no es algo malo ni raro, es parte de crecer y de entender nuestras emociones. Nos hace sentir ilusión, vivir momentos bonitos y también conocernos un poco más a nosotros mismos. Puede que a veces nos distraiga o estemos mucho tiempo pensando en eso, pero eso también forma parte de la ilusión . Lo importante es no tener presión por lo que sentimos, aprender de ello y dejar que pase lo que tenga que pasar.

Guillermo- Vlog VI

                                                          Mi crush

El origen de mi crush tiene que ver con mi infancia, ya que yo siempre he ido a un colegio de chicos donde no nos relacionábamos nunca con el otro género. A medida que fui cumpliendo años, crecía mi dificultad para relacionarme con chicas, ya que en casa somos dos hermanos y por tanto no estoy acostumbrado a entender los gustos, las aficiones, las conversaciones, etc… que se generan entre amigas.


Por otra parte, a la edad de 14 años me cambiaron de colegio, y me incorporé a uno mixto.

En cuanto llegué a mi nueva clase compuesta por chicos y chicas vi a una,  que me pareció guapísima: era morena, alta y muy elegante. Cada vez que ella me hablaba o intentaba mantener conversaciones conmigo, yo me avergonzaba, y aparecía en mi una timidez que me bloqueaba.


Adicionalmente, empecé a acudir a fiestas donde sabía que ella iba a ir con sus amigas. 

En cuanto la veía era tal el miedo que entraba que me escapaba hacia otra dirección.

Por la noche cuando llegaba a mi casa, me arrepentía pensando que había perdido una oportunidad. 


Sin embargo, estas cosas se pasan con el tiempo, y la vida te va acercando con naturalidad a chicos/as, amigos/as y novios/as. Por ello, hay que dejar de un lado los nervios y aprovechar las oportunidades que se nos presentan.


jueves, 6 de noviembre de 2025

Blog VI

Blog VI

A todos se nos ha pasado por la cabeza alguna vez si hay alguna persona por ahí perfecta para nosotros. Una persona de la que nunca nos aburramos. Todos sabemos que las únicas personas con las que podemos pasar horas sin aburrirnos, o con las que no nos importa aburrirnos, son nuestros amigos o familiares. Encontrar una persona con la que compartamos tantas cosas como las que tenemos con un buen amigo, es complicado. Por eso, es por lo que yo creo que a mucha gente le cuesta encontrar a esa persona que tan desesperadamente anda buscando. Se centran demasiado en buscar algo perfecto cuando esa perfección es casi imposible de conseguir. Nos deberíamos centrar en buscar a alguien con quien podamos ser nosotros mismos y sentirnos en paz, sin buscar la perfección, solo conexión.


La persona perfecta no tiene porque ser perfecta. Con esto quiero decir que no necesita cumplir con todos nuestros ideales o expectativas, sino que basta con que nos haga sentir bien, nos respete y nos acepte tal como somos. Alguien que nos haga sentir bien con nosotros mismos y que nos haga crecer como personas. Eso es lo que en mi opinión debería tener nuestra persona ideal. En definitiva, la persona ideal es aquella con quien podamos pasar el tiempo sin esfuerzo y disfrutar de las cosas sencillas como puede ser escuchar música o ver películas juntos. Cosas cotidianas que llenan tu día, pero cuando las haces junto a esta persona son infinitamente más fáciles de disfrutar.


En conclusión, creo que no se trata de buscar la perfección en una relación, sino de aprender a valorar lo auténtico y lo real. Hay personas que se obsesionan en encontrar la pareja perfecta, y se le olvida lo más importante; que ninguna persona es perfecta, y aun así puede ser la mejor si nos hace felices. Porque al final, la persona ideal no es la que cumple todos nuestros sueños, sino la que nos acompaña a construirlos.