lunes, 10 de noviembre de 2025

Blog VI

 Blog VI


Hay una persona que no me puedo sacar de la cabeza. Cada vez que la veo, me pongo nervioso sin querer. No sé muy bien por qué, pero tiene algo especial. A veces basta con una sonrisa o con escuchar su voz para que se me alegre el día. No hablamos mucho, solo nos cruzamos de vez en cuando, pero con eso ya me basta para quedarme pensando en ella el resto del día.


Me gusta su forma de ser, cómo se ríe, la manera en que parece estar tranquila aunque todo a su alrededor sea un caos. Tiene una energía que transmite calma, y eso me encanta. No es alguien perfecta, pero para mí lo parece. Cada pequeño detalle me llama la atención, incluso cosas que a otros les pasarían desapercibidas.


Muchas veces pienso en acercarme y decirle algo, pero nunca me atrevo. Me entra vergüenza, o miedo a que me mire raro, o que no sienta lo mismo. Entonces finjo que no pasa nada, aunque por dentro me muera de ganas de hablarle. A veces me sonríe cuando coincidimos, y ese momento se me queda grabado.

Mi “crush” ideal sería alguien así: natural, divertida, sincera y con buen corazón. Alguien con quien pueda ser yo mismo sin miedo a parecer tonto. No busco grandes cosas, solo a una persona con la que me sienta a gusto, con quien pueda hablar de todo y reírme hasta quedarme sin aire. Supongo que todos tenemos a alguien que nos gusta pero no decimos nada por miedo.

domingo, 9 de noviembre de 2025

Blog VI

 

No sabía muy bien cómo empezar esto, pero supongo que lo mejor es ser sincera. A veces cuesta poner en palabras lo que sentimos o imaginamos, pero sí tengo claro cómo me gustaría que fuera esa persona especial. No me fijo tanto en lo físico como en lo que transmite. Para mí, lo importante está en la forma de ser, en cómo trata a los demás, en los pequeños gestos y comportamientos que dicen mucho más que las apariencias.

Valoro a alguien emocionalmente inteligente, que sepa comunicarse, que sepa escuchar y que también sepa discutir con respeto. No quiero que siempre me dé la razón, sería aburrido, me atrae la idea de compartir pensamientos distintos, debatir, defender nuestras ideas y al final encontrar un punto en común. Lo bonito está en el entendimiento mutuo, en aprender uno del otro sin perder la calma.

Sueño con alguien con quien pueda ser plenamente yo, ser 100% yo misma. Alguien cuya personalidad se complemente con la mía desde la autenticidad. Que sea paciente, que mantenga sus ideales y luche por ellos. Me gusta que tenga metas, un propósito, algo que lo motive a seguir creciendo. Que me cuente sus días, sus pasatiempos, aquello que le apasiona. Y sobre todo, que sepa ponerse en el lugar de los demás. La empatía, aunque parezca algo simple, es una de las cualidades más humanas y valiosas, y siento que cada vez se ve menos.

Por otra parte con una personalidad amable, carismática y con sentido del humor. Que sea simpático, chistoso, que tenga esa energía ligera que te hace sentir cómoda. Y, sobre todo, que sepa comunicarse, que escuche de verdad, no solo para responder, sino para entender. Eso, para mi es muy importante.

Al final, la persona que imagino no tiene que ser perfecta, solo real. Alguien con quien compartir silencios cómodos y risas inesperadas, con quien los días sencillos se sientan especiales. Quiero a alguien que me inspire a ser mejor, pero que también me acepte tal como soy. Porque más que buscar a alguien que complete lo que me falta, sueño con encontrar a quien camine a mi lado mientras ambos seguimos creciendo.

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 Hoy en día se utiliza mucho la palabra “crush” para referirse a la persona que te gusta o que te llama la atención. Se refiere a esa persona que te hace sentir un cosquilleo en el estómago cada vez que la ves, que te quita el sueño y que ocupa tus pensamientos durante todo el día. Muchas veces no sabemos ni en qué momento nos empezamos a fijar en esa persona. Puede que fuera alguien del cole que te cruzas cada día por los pasillos, o incluso un amigo del que te estás volviendo más cercano y le estás empezando a mirar con otros ojos. 

Normalmente, no le decimos nada por vergüenza o miedo a que no sea recíproco, y nos ceñimos a contárselo solo a nuestros amigos o incluso guardárnoslo para nosotros mismos. Nos conformamos con observarle de lejos y de vez en cuando, con suerte, cruzar miradas, pero al final no acaba siendo suficiente. 


Empiezas a cambiar tu manera de hacer las cosas solo para intentar que se fije en ti, como por arte de magia. Poco a poco, te empiezas a fijar en lo que hace, lo que le gusta, y todo eso se te va quedando grabado en la mente. 


Todos los fallos o cosas malas que otros ven en esa persona, tú vas a empezar a pasarlos por alto y solo te fijarás en lo bueno que tiene. Lo que hacía tiempo era una persona cualquiera, hoy se ha convertido en tu razón para levantarte e ir al cole con ganas. 


Y muchas veces es contradictorio, por una parte quieres verle, que te vea y estar cerca de ella o incluso mantener una conversación, pero cuando llega ese momento, la vergüenza y los nervios se apoderan de ti. Te empiezas a poner roja, dices cosas sin sentido e incluso te cuesta decir una frase seguida sin trabarte y tratas de salir de esa situación cuanto antes. 


Pero al final solo hay una manera de que todo se aclare, confesándole lo que sientes por ella. Normalmente no somos capaces de hacerlo y por eso siempre nos quedamos con la duda de lo que hubiésemos podido llegar a ser.


Blog Vl

 Hoy en día, se ha vuelto muy popular entre los jóvenes la palabra “crush”. Cuando la utilizamos, nos referimos a esa persona que nos gusta, que soñamos con ella o que está en nuestra cabeza constantemente y no podemos evitarlo. Un “crush” puede ser alguien que ni conocemos, pero que nos atrae por su forma de ser o simplemente su físico. 


A veces me imagino cómo me gustaría que fuese mi persona ideal: con una sonrisa bonita, alguien sincero, divertido y sobre todo que me entienda. Otras veces, un “crush” es alguien que siempre le vemos, que nos lo cruzamos todos los días por la calle, pero que no nos atrevemos a acercarnos. La vergüenza o el miedo al rechazo nos frenan, aunque realmente nos gustaría poder hablar con él y saber cómo es o lo que piensa. 


Tener un “crush” puede ser muy guay, porque nos llena de ilusión y de muchos pensamientos, pero a la vez puede ser un poco agobiante cuando sentimos que es un amor imposible. Aun así, todos alguna vez hemos tenido un “crush”, y es una sensación muy bonita la ilusión que tenemos por alguien. 


Tener un “crush” no es nada malo. Es una de esas cosas que hacen la vida más emocionante. Nos recuerda que tenemos sentimientos y que tenemos ilusión, y quién sabe, tal vez un día esa persona también piense en ti de la misma manera.


blog VI

 Hoy en día se usa bastante el término “crush” que significa más o menos sentir una atracción romántica o afectiva hacia otra persona. No necesariamente hace falta tener una relación muy cercana a esa persona, puede ser una persona con la que ni siquiera hablas o una con la que hablas todos los días.


Normalmente este término se usa cuando te gusta una persona real, pero con el tiempo se ha empezado a usar también para muchas otras situaciones. Por ejemplo hay gente que dice que tiene crushes, no románticos, si no de amistad. A esto se refieren cuando ven a alguien y piensan que les encantaría ser amigo suyo, sin ningún interés romántico. 


Por otro lado hay gente que lo usa para referirse a personas famosas. Cuando ven a alguien en películas, series o redes sociales y les gusta mucho (puede ser físicamente, por su forma de hablar, o un conjunto de todo) a veces se refieren a él o ella como “crush”. Esto la mayoría de las veces lo hacen sin ni siquiera haberle visto en persona una vez, simplemente por lo que transmiten a través de una pantalla. 


Está claro que en estas situaciones es todo de manera muy superficial, y como con la mayoría de “crushes” es debido a la idealización de esa persona. Sin a veces quererlo damos por hecho que una persona es de cierta manera y muchas veces es errónea.


Blog VI (Ane Ibarreche)

 Hoy en día se habla mucho sobre el termino "crush", para referirse a un tipo de amor platónico o a un amor que piensas que nunca se va llegar a dar, aunque realmente siempre tienes esa pequeña esperanza de que algún día podrá llegar a pasar algo. Este amor es algo pasajero, es una simple atracción física que te atrae o te absorbe, pero en el fondo no es más que eso. Ellos, generalmente, no son los que se convierten en el padre o madre tus hijos, en la persona con la que pasas el resto de tu vida, con la que te casas, independizas... Para este tipo de cosas, se busca a una persona con ciertos "requisitos" y con la que se congenies al cien por cien.

Cuando sientes esa atracción por una persona muchas veces tu vida se basa en esperar a esos momentos en los que le puedes ver, hablar, compartir momentos... Y realmente no disfrutas del resto del tiempo o esperas que los días que no le puede ver pasen rápido. Esto puede crear gran impacto en tu humor, lo cual puede llegar a afectar en tu relación con tus amigos o familia. 

Como ya he dicho anteriormente, estas obsesiones suelen ser pasajeras ya que la mayoría de veces no son mutuas. Esta tristeza que sientes al darte cuenta de ello dolerá durante unos días o meses en cuestión de tu nivel de obsesión. Si que es verdad que una vez lo tengas superado podrás saber diferenciar entre una simple obsesión o atracción física y un enamoramiento o unos sentimientos reales de amor. 

Este amor real del que os hablo, muchas veces llega en el momento en el que menos se espera y con la persona, con la para la sorpresa de nadie, tampoco se esperaba. Cuando se siente esto se sabe, se sienten cosas que nunca antes se han podido experimentar, se quiere a alguien como nunca antes, te interesas por esa persona como por nadie. En conclusión, cuando llega el amor de verdad se sabe.


Blog VI

Hoy en día es muy común tener un “crush” o simplemente alguien que nos gusta y nos atrae más allá de lo físico. Cuando eso ocurre todas las interacciones por con esa persona por mínimas que sean se vuelven especiales.

No todos tenemos un crush en este momento, pero creo que todos, en algún punto, lo hemos tenido o tendremos, hemos sentido o sentiremos esa mezcla de nervios, ilusión y curiosidad. Y aunque no siempre salga bien, sentir algo así te enseña mucho sobre ti mismo y sobre lo que realmente quieres en tu vida.

Es muy común no querer sentir ese sentimiento o oprimirlo simplemente por el miedo a ser rechazados o por pensar que la otra persona no siente lo mismo. A mi me parece algo muy bonito tener a alguien que te mueve en tu vida, ya que muchas veces hacemos cosas o dejamos de hacer muchas otras para ver a algunas personas. Pienso que no se elige de quién te gusta. Simplemente pasa. Puede ser alguien que ni esperabas, alguien con quien apenas hablas, pero que, por alguna razón, te remueve algo cada vez que lo ves. No sé si eso se llama crush, pero sí sé que hay personas que tienen esa energía que te atrae sin hacer nada especial.


Durante toda tu vida te pasara eso con varias personas y todas ellas tendrán algo en común: lo que buscas en una pareja ideal. Para mi una persona para que yo me fijase tendría que cumplir algunos valores como por ejemplo la empatía, la generosidad y el respeto. Pero, aún hay algo que me parece mucho más importante que todo eso, que es que no me sienta juzgado con esa persona y que pueda ser yo mismo. Sentirse cómodo con alguien, no pensar en si te va a juzgar o criticar me parece muy especial, ya que eso muestra mucha confianza entre las dos personas.